Desventajas del láser con respecto a la luz pulsada
Por sus propiedades físicas, el láser se trata de luz monocromática, unidireccional, de alta intensidad (altos efectos secundarios a nivel dérmico) y es coherente (no presenta divergencia). Utiliza siempre la piel como conductora de la energía que irradia, independientemente de lo que capte para conseguir la destrucción del folículo piloso, provocando una sensación de dolor considerable. No se puede modificar la profundidad con la que penetra en la piel, con los perjuicios que puede ocasionar a nivel epidérmico estimulando a los melanocitos.
La luz pulsada, además, se puede aplicar para otros tratamientos de rejuvenecimiento y contra el acné. Sin embargo, en Greñas nos cuidamos de no hacerla si:
- Has estado expuesta al sol o rayos UVA tres semanas antes o piensas hacerlo tres semanas después.
- Estás embarazada.
- Tomas medicación fotosensible.
- Padeces epilepsia o eres diabética o hemofílica.
- Tienes herpes, psoriasis, eccema, acné...
- Padeces problemas hormonales.
- Tienes manchas en la piel.
- Estás sufriendo cáncer.
- Llevas un marcapasos.
- Tienes una piel demasiado morena.